Cerros tibios,
puntiagudos y blanquecina.
Vientre perfecto
un camino sin fin...
Curvas peligrosas,
incendiadas por el fuego interno,
silbidos eternos
melodía semi perfecta
Mi desesperación:
inquieta.
Un cuerpo de mujer
y un animal hambriento
en deseo de su presa.
La observo
la uelo
la quiero
como una vez,
si, una vez más
en mis sueños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario