sábado, 13 de julio de 2013

Cerros tibios,
puntiagudos y blanquecina.
Vientre perfecto
un camino sin fin...

Curvas peligrosas,
incendiadas por el fuego interno,
silbidos eternos
melodía semi perfecta

Mi desesperación:
inquieta.

Un cuerpo de mujer
y un animal hambriento
en deseo de su presa.

La observo
la uelo
la quiero
como una vez,
si, una vez más
en mis sueños.

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